domingo, 9 de diciembre de 2012

Cicatrices.

Tenemos cicatrices en los lugares más insospechados, como si fueran mapas secretos de nuestra historia personal, vestigios de viejas heridas. 
Algunas heridas se cierran dejándonos sólo una cicatriz, pero otras no.
Algunas cicatrices las llevamos a todas partes, y aunque la herida cierre, el dolor persiste. 
Cuales son peores, ¿las nuevas heridas terriblemente dolorosas, o las viejas que debieron cerrarse hace años pero no lo hicieron? Quizás las viejas heridas nos enseñen algo, nos recuerdan donde hemos estado y lo que hemos superado, nos enseñan qué debemos evitar en el futuro, o eso creemos, aunque en realidad no es así, hay cosas que debemos aprender una, y otra vez.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Metamorfosis.


Aprendí a ser un animal nocturno, a reír cuando quería llorar, a salir de casa sin pensar en volver o no volver.
Sin querer me hice de piedra, sin saber, empecé a morir, maté a mi alma de hambre.
Ojalá pudiera parar el tiempo, sabotear el silencio, mandar en mí…
Ya no quiero querer y ser presa otra vez, pender de un hilo, pender de unas manos resbaladizas, no, eso ya no…
Poco a poco me fui escondiendo en mí.
Me convertí en un ser incapaz de querer, reacio a sentir.