viernes, 4 de julio de 2014

Mariposas.


Tan bella y a la vez tan frágil,
tan libre y a la vez tan indefensa.
Sería tan fácil debilitarla tan sólo rozando sus alas.
Sólo aquel capaz de valorar su belleza, su fragilidad y su libertad,
será merecido testigo de su grandiosidad.
Sólo aquel capaz de tenerla sin poseerla será merecedor de ella.
Pocos sabrán apreciarla.
Afortunado aquel que lo consiga, pues se verá impregnado de su magia.

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